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¿YO DECRETO? ¿YO DECLARO?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Decretar u ordenar ¿Es lo mismo que pedir, rogar y clamar?

Eso sucede cuando los católicos se pasan la vida escuchando Radio Protestante, terminan cayendo en los mismo errores doctrinales y pervirtiendo la fe de los Apóstoles. Esto dice el Diccionario que es el significado de "decretar":

"Decidir o determinar una persona u organismo que tiene autoridad para ello, Dicho de la persona que tiene autoridad o facultades para ello: Resolver, decidir. 2. tr. Dictar un decreto." ¿Qué autoridad tiene alguien para determinar algo que pertenece al dominio de Dios?

Levítico 26, 3-4: "Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto".

Deuteronomio 4, 1-6: "Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que el Señor el Dios de vuestros padres os da".

En Levítico y Deuteronomio el Señor nos llama a PONERNOS BAJO SUS DECRETOS, Moisés habló al pueblo diciendo: "Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como mi Dios me mandó," Moisés aquí no dijo que "yo decreto, yo confieso o yo declaro," sino que dijo los decretos que el Señor había mandado. Creo que no existe ningún pasaje que nos de a nosotros poder para decretar cualquier cosa sobre una persona. Esto es Nueva Era que se ha posicionado en algunas Iglesias Pentecostales haciendo creer al creyente que se puede pasar el Poder de Dios al hombre. Esta es una forma de IDOLATRÍA. Alejémonos de eso.

He visto como algunas personas (el hombre) le hablan a Dios DECRETANDO U ORDENANDO ESTO O AQUELLO. ¿Será que todavía para algunas personas Dios sigue siendo Dios o dejo de serlo?

Por lo tanto, el hombre sigue siendo una criatura de Dios: su obra. Por tanto, el hombre se debe humillar, postrarse con humildad ante Dios y presentar con respeto y suplica sus peticiones. Entonces Dios se reservará el derecho de responder de acuerdo a su voluntad y no a la nuestra. Responderá o no responderá.

"Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye". (I Juan 5,14)

Nuestro mismo Señor Jesucristo nos enseña a confiar en la santa voluntad de Nuestro Padre Dios.

"Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo". (San Mateo 6, 10)

"Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya". (San Lucas 22, 42)

No se ni entiendo de donde sale esto de DECLARO, DECRETO… En la oración, el hombre se hace pequeño y muestra su humanidad ante Dios pero en el DECRETO el hombre SE IGUALA A DIOS O SE PONE EN LUGAR DE DIOS. Al decretar u ordenar el hombre no pide ni suplica da por hecho lo que quiere como si fuera solo o auto-suficiente, bien lejos de Dios. No se puede sustituir el ROGAR, PEDIR, SUPLICAR O EL CLAMOR por el DECRETO porque no es lo mismo.

El hombre debe reconocer su fragilidad y sus limitaciones ante el Dios creador para que El se manifieste en toda su grandeza. No podemos estar menospreciando, imponiendo y decretando, menos ordenando a todo un Dios porque nos convertimos en irreverentes y soberbios.

Dios no obedece, Dios responde. ¡Tratemos con amor a quien nos amo primero!

Fuente: EWTN / Católicos Firmes en su Fe

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