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Solemnidad de la Natividad del Señor, Navidad

Fiesta: 25 de diciembre

"Un hijo nos ha sido dado" (Is. 9,5)
 
Estamos convocados a celebrar en Navidad el misterio incomprensible de un Dios que decide hacerse hombre, para salvar a los hombres que se han alejado de Él. Sin embargo, Isaías, el profeta que nos ha enseñado que el nombre de Dios es Emanuel, el Señor con nosotros, nos confía un secreto que es al mismo tiempo, una prueba de amor y un desafío: Jesús, el hijo de la Virgen inmaculada, es "un hijo que nos es dado". El Hijo del Padre eterno, el Verbo encarnado, el hijo de María, nos es dado como hijo. Somos llamados a quererlo, cuidarlo, escucharlo, llevarlo, de igual manera que queremos, cuidamos, escuchamos y llevamos a un hijo.

Navidad es el tiempo para conmemorar este misterio. Misterio que la liturgia nos propone contemplar, meditar, durante las tres semanas en las que las fiestas se suceden para que podamos gustarlas: la natividad, la celebración de la Sagrada Familia, la maternidad divina, la manifestación a los paganos, la presentación al pueblo elegido en el borde del Jordán.

La alegría de los pastores de Belén, la veneración de los magos y la presteza de los primeros discípulos, revelan las distintas actitudes que Navidad puede hacer crecer en nosotros. En todo caso, en primer lugar, hay que recibir al Hijo del Padre eterno como a un hijo...

 

Navidad es la solemne fiesta instituida por la Iglesia para celebrar el nacimiento de Jesucristo, Rey de reyes y Señor de Señores.


Es la celebración del evento central de la historia: Nace Dios como hombre.  La liturgia de Navidad celebra la revelación del gran designio de Dios de haber enviado a su Hijo entre nosotros. "Puer natus est nobis..."  (Nos ha nacido un niño, nos han dado un Hijo...)

El Adviento nos prepara por cuatro semanas en que recordamos la larga preparación para la venida del Señor. 

 

Etimología de "Navidad": El nombre viene de natalis (día natal), y así se le llamaba en el siglo II en la Iglesia latina. Hasta el siglo IV, en que el Papa Julio I la fijó uniformemente en el 25 de diciembre, la fiesta de Navidad tuvo dos fechas: el 25 de diciembre en Occidente y el 6 de enero en Oriente. Navidad es un día de gozo y motivo de manifestaciones de alegría popular. Las hermosas costumbres de los belenes o pesebres, de cantar villancicos, etc. nos ayudan a celebrar de corazón la Navidad.

El Evangelio del día resume la enseñanza de Navidad:

1- El Hijo es eterno, "engendrado del Padre desde todos los tiempos";  "en el principio, el Verbo estaba en Dios".

 

2- El Hijo de Dios, la Segunda Persona de la Trinidad asumió la naturaleza humana y nació hace unos 2000 años de Santa María Virgen. "el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros".  

 

3- Cristo vivifica la Iglesia, que es su cuerpo místico.

 

4- El Redentor ha venido a nosotros del seno del Padre y por la fuerza del Espíritu. Dios mismo ha venido, en la persona del Salvador.

Así como el sol despeja las tinieblas durante el alba, la presencia de Cristo irrumpe en las tinieblas del pecado, el mundo, el demonio y de la carne para mostrarnos su camino a seguir. Con su luz nos muestra la verdad de nuestra existencia. Cristo mismo es la vida que renueva la naturaleza caída del hombre y de la naturaleza. La Navidad celebra esa presencia renovadora de Cristo que viene a salvar al mundo. 

La Iglesia en su papel de madre y maestra por medio de una serie de fiestas busca concientizar al hombre de este hecho tan importante para la salvación de sus hijos.

Fuente: Evangeliodeldia.org / Corazones.org de SCTJM / EWTN

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