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LA INQUISICIÓN

La leyenda negra inventada por los protestantes

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La historia según algunos es una dama demasiado voluble, solo expresa las opiniones de los vencedores. Si esta opinión es en contra de una realidad espiritual marcada con el signo del Cristianismo, y si esta realidad pertenece concretamente a la Iglesia Católica vemos que la historia de voluble se torna parcial y agresiva… los historiadores, los antiguos y los modernos, y aún los comunicadores de prensa contemporáneos pierden la perspectiva histórica y la objetividad tan diariamente cacareada. Pocos de los historiadores marcados por el anticlericalismo, en este tiempo de la objetividad periodística, se dan cuenta de todo lo que la Iglesia Católica le dio en este mismo tiempo al mundo conocido de la época.

La Iglesia le dio al mundo civilizado un Código Moral y ético a la vez que un gobierno internacional capaz de servir de árbitro en las disputas entre naciones y gobernantes, le dio la lengua latina enseñada en las escuelas católicas, esta lengua sirvió como medio de unificación a los eruditos, los literatos, los científicos, y los filósofos de diferentes culturas y los vinculó entre si; la liturgia y la Fe católica le dieron uniformidad religiosa a Europa, sirvió como tribunal internacional ante los gobernantes y estados responsables, fue la Iglesia quien construyó las Universidades, centros del saber de la época, casi todo el arte europeo fue inspirado y patrocinado por la Iglesia, ligó a los individuos en una tremenda relación personal con un Dios hasta el momento casi cósmico, a través de los monasterios femeninos y de la veneración de la Virgen María le dio un lugar digno a la mujer.

Los monasterios enseñaron y modernizaron la agricultura, alimentaban a los pobres desamparados, educaban a los niños, daban alojamiento a los viajeros, cuidaban a los enfermos en hospitales… preservaron la cultura y copiaron miles de manuscritos para que no se perdieran… un ejemplo de como la Iglesia valerosamente se ocupaba del hombre lo tenemos durante la gran Peste Negra de 1348, mientras los médicos abandonaban la lucha por no conocer remedio efectivo, la Iglesia le hizo frente y un dato de la época nos da la medida: De veintiocho Cardenales, nueve murieron, de sesenta y cuatro Arzobispos, veinticinco murieron, de trecientos setenta y cinco Obispos, doscientos murieron junto a millares de sacerdotes en el cumplimiento de su deber, de esto no se habla… y así pudiéramos seguir por páginas y páginas…

Es por esto que tenemos que comenzar este artículo sobre la Inquisición y lo hacemos con una profesión de Fe: LA VIDA DEL HOMBRE ES SAGRADA Y NADIE TIENE DERECHO EN BASE A NINGUN LIBRO O IDEA O CREDO RELIGIOSO, NI AUN EN BASE AL EVANGELIO Y AL CRISTIANISMO, A DESTRUIR ESTA VIDA IMAGEN DE DIOS. UNA SOLA VIDA PERDIDA POR LA INTOLERANCIA CLAMA AL CIELO COMO LA SANGRE DE ABEL.

Esa es nuestra forma de pensar y este artículo no es para condonar la pérdida de vidas en los años tumultuosos de la Reforma Protestante, ni los desmanes de la Inquisición Católica, por los cuales ya el Santo Padre Juan Pablo II pidió perdón al mundo en el marco del Jubileo de la Encarnación del año 2000. Este artículo es para poner las cosas en su debida perspectiva y hacer un pequeño estudio de la sociedad de la época y su forma de pensar, también tiene el propósito de presentar la verdad de que la Inquisición Católica NO es lo que se ha presentado y que la Reforma Protestante también eliminó muchas vidas de las cuales no se menciona en casi ningún historiador objetivo, dando la impresión de que la Iglesia Católica fue la gran asesina de sus pacíficos adversarios teológicos, NO FUE ASI. Nos encontramos frente a una época muy difícil con una sociedad que despreciaba la vida y que vivía en una cultura de poco valor del sufrimiento.

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Inquisición (del latín inquirere, inquirir, buscar) por este término generalmente se entiende la existencia de una institución eclesiástica que combatió y suprimió la herejía. Esta característica se ejerció enfáticamente en términos de la fe, a manera de suprema autoridad eclesiástica, no de carácter temporal o para casos individuales, sino de índole universal y de atributos permanentes. En los tiempos modernos se tiene dificultad en entender esta institución debido principalmente a que se ha perdido la perspectiva histórica de los hechos. Por una parte se ha cesado de considerar a las creencias religiosas como algo objetivo, como un legado de Dios, y por tanto algo que está fuera de los juicios privados.

Está de moda atacar a la Iglesia acusándola de ser la causante de los mayores crímenes de la historia. La Inquisición y Las Cruzadas suelen ser temas favoritos. Es verdad que estas cosas ocurrieron y se deben examinar como parte de la historia sin justificarlas. Pero es totalmente falso e injusto concluir que estos hechos constituyen los mayores crímenes de la historia. Esas acusaciones reflejan el prejuicio anti-católico que prevalece en nuestro mundo actual.

La actual persecución contra la Iglesia nos recuerda a los nazis que acusaban a los judíos de ser los causantes de todas las miserias de Alemania. ¿Acaso era cierto que los judíos cometieron crímenes? Sí, es cierto. Pero no más que los cometidos por los demás alemanes. Todas las etnias han cometido crímenes. ¿Eran los crímenes causados por el hecho de ser judíos? No. No era el judaísmo el causante de los crímenes, ni eran los crímenes de los judíos diferentes a los de cualquier otro grupo. Pero la propaganda Nazi saturó la creencia popular con historias de crímenes cometidos por judíos hasta crear una imagen nefasta. Una imagen que parecía imposible constatar.

Al defender a los judíos, ¿se estaría negando que algunos cometieron crímenes?, ¿se estaría minimizando el mal?. No. Mas bien se estaría haciendo justicia. Dios quiera que todos luchemos contra el crimen, que nunca se justifique un solo abuso contra un ser humano. Pero adjudicar el crimen a una raza o etnia es en si una injusticia que no hace mas que perpetuar el mal.

Una mentira repetida constantemente llega a creerse

El ataque incesante contra la Santa Madre Iglesia Católica ha creado una radical distorsión de la realidad. Los pecados de la Inquisición se han explotado sin análisis crítico con el fin de atacar a la Iglesia. Al escuchar los comentarios de estos modernos inquisidores, parecería que la Iglesia no ha sido mas que una gigante inquisición causante de todos los crímenes de la historia. Esta es la gran mentira que no debemos aceptar.

 

Ningún católico o persona de buena voluntad debe permitir semejantes ataques. Los eventos de la historia solo se pueden entender en su contexto y utilizando fuentes auténticas. Pero las exageraciones absurdas y las mentiras se han repetido tanto, que la mayoría las cree como hechos históricos.

 

Para juzgar el pasado hay que conocer la historia y no manipularla o sacarla fuera de contexto

 

Uno de los casos que con frecuencia se utilizan como paradigma de los horrores de la Inquisición es el famoso juicio contra Galileo. Recientemente recibimos un e-mail reprochando a la Iglesia por haber "torturado y ahogado a Galileo en la época medieval". Esta acusación, sin embargo, contiene varios errores de base:

 

1-Galileo no vivió en los tiempos medievales,

 

2- Galileo no fue torturado,

 

3- Galileo no fue ahogado ni muerto por violencia sino que murió anciano (76 años) en su casa. Sospecho que el autor del e-mail tomó su información de las historias de Galileo que proliferan en los medios de comunicación.

 

Una cosa es criticar el juicio en si, otra cosa es atacar a la Iglesia en general. Galileo es católico tanto como lo son sus opositores. Los que atacan a la Iglesia por el caso Galileo no la aman como lo hizo él, pues a pesar de todo, FUE CATÓLICO TODA SU VIDA. En fin, es cierto que en el caso de Galileo se cometieron injusticias (reconocidas ya por la Iglesia en el siglo XVIII). Pero Galileo también tenía buenos amigos en la Iglesia (como el Cardenal Roberto Belarmino) y el Papa no firmó la sentencia contra el.

 

No es nuestra intención justificar ninguna injusticia. Un solo crimen cometido es algo reprobable. Pero cuando se juzga hay que ser objetivo, honesto y mesurado, de lo contrario se cae en el mismo error que se pretende delatar. Hoy no faltan los inquisidores contra la Iglesia católica. La Iglesia ya ha pedido perdón y hemos visto como hasta el perdón se ha querido manipular como una aceptación tácita de todas las acusaciones tal como las proponen.

 

El siguiente pasaje presenta la posición de la Iglesia sobre el perdón:

 

El Magisterio eclesial no puede evidentemente proponerse la realización de un acto de naturaleza ética, como es la petición de perdón, sin haberse informado previamente de un modo exacto acerca de la situación de aquel tiempo. Ni siquiera puede tampoco apoyarse en las imágenes del pasado transmitidas por la opinión pública, pues se encuentran a menudo sobrecargadas por una emotividad pasional que impide una diagnosis serena y objetiva...

 

Esa es la razón por la que el primer paso debe consistir en interrogar a los historiadores, a los cuales no se les pide un juicio de naturaleza ética, que rebasaría el ámbito de sus competencias, sino que ofrezcan su ayuda para la reconstrucción más precisa posible de los acontecimientos, de las costumbres, de las mentalidades de entonces, a la luz del contexto histórico de la época. -Documento: Memoria y Reconciliación.

 

El pecado no es propio de la naturaleza de la Iglesia

 

Es necesario saber distinguir entre la naturaleza y el accidente. Por ejemplo: La maternidad es un hermoso don de Dios, su naturaleza es muy buena. Es cierto que hay muchas madres que cometen graves delitos contra sus hijos. No por eso deja de ser buena la maternidad y al defenderla no estaríamos justificando los delitos, al contrario, el mal se comprende mejor cuando se tiene conocimiento de como las cosas deberían ser.

 

La prostitución, sin embargo, es mala en su propia naturaleza. Su razón de ser en si misma es contraria a la dignidad humana. No por eso arremetemos contra las prostitutas para apedrearlas. Pero si quisiéramos ayudarles a salir de esa opresión.

 

La Iglesia es muchísimo más que Inquisición y los inquisidores son muchísimos más que los de la Iglesia

 

Para apreciar la realidad de las cosas hay que ver el cuadro completo y en proporción. Para ver las cosas en perspectiva hay que entender que la Inquisición no representa sino una mínima porción de la actividad de algunos de los miembros de Iglesia de la época. Durante la Inquisición habían en la Iglesia multitudes de creyentes viviendo la doctrina del amor del Evangelio. Muchísimos santos y santas entregaban sus vidas por Dios y por el prójimo. La Iglesia tenía infinidad de hospitales, casas para ancianos y pobres...

 

Las comunidades mendicantes de San Francisco, Santo Domingo y muchas otras llevaban la Buena Nueva hasta los confines del mundo... Muchos católicos, tanto laicos como miembros del clero lucharon para propagar el Evangelio que es amor, paz y justicia en Cristo. Esta es la gracia de Dios, esta es la misión de la Iglesia. ¿Ha visto usted que se honre a la Iglesia por todo esto? Era aquélla una época que, como en todas, abundaron los crímenes procedentes de todos los sectores. Los procedimientos de la Inquisición eran los medios de la época y, en su esencia, los medios de las épocas anteriores y posteriores. No se justifica. Pero los inquisidores que cometieron injusticias no lo hicieron por ser ellos católicos sino por ser hombres influenciados por el mundo, por tener un corazón duro en que la gracia de Cristo no pudo prevalecer. Esta distinción es esencial.

 

El mal y las injusticias siempre han ocurrido y no han cesado. ¿Porqué se señala la Inquisición? Reitero que estoy de todo corazón opuesto al abuso, a las torturas... Pero también estoy de todo corazón opuesto a que se manipulen estos terribles males para señalar a la Iglesia cuando es precisamente ella la que mas ha hecho por la dignidad del hombre. Además, no todo lo que hizo la Inquisición fue errado o violento. La inquisición tenía una justa razón de ser como tribunal de justicia que corrigió muchos abusos. El mal de la Inquisición está en que muchos de sus jueces se dejaron influenciar por los métodos de enjuiciamiento y de castigo utilizados universalmente sin considerar que eran contrarios a la doctrina de la Iglesia.

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Todos los hombres son pecadores. No por ser miembros de la Iglesia estamos exentos

 

El pecado ha existido desde Adán y Eva. Los abusos de derechos humanos, particularmente contra los enemigos han sido siempre (y son) la penosa norma en la historia. Nada mas hace falta estudiar la historia de cualquier imperio, de cualquier país, de cualquier raza o de cualquier época para constatarse de ello. La Iglesia, compuesta de personas que viven en el mundo, ciertamente se ve afectada por las prácticas del mundo. Pero el pecado no es fruto de la Iglesia. Cuando sus hijos pecan, aunque estos sean de la jerarquía, es precisamente por no vivir según su Evangelio, por no ser consecuentes con su vocación bautismal de ser Iglesia.

 

El pecado se infiltra como contagio en la Iglesia

 

Ya desde el principio, entre los doce Apóstoles, surgió un traidor. Ya la Iglesia tenía pecadores y escándalos. Jesús nos advirtió: Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquél por quien vienen! (San Lucas 17,1). Obviamente Jesús no justifica el pecado, pero nos advierte que aún en la Iglesia somos vulnerables y siempre habrá buen fruto y cizaña creciendo juntamente (Cf Mt 13, 25-40). ¿Es la Iglesia la causante de la cizaña?. No. Su doctrina y su gracia no fomentan cizaña alguna. Es el enemigo, el que opera en el mundo, quien penetra y la siembra.

 

Ciertamente debemos de renunciar al pecado y sacarlo de entre nosotros. No podemos justificarlo. Ciertamente los católicos son influenciados por el mundo y caen muchas veces en lo mismo que hace el mundo. Pero ¡mucho cuidado de condenar a la madre buena por lo que hacen los hijos réprobos!

 

La Iglesia es santa por su naturaleza, santa en virtud de su Cabeza que es Cristo

 

La Iglesia es su Cuerpo Místico. En ella se encuentran todos los medios para la santidad. Su doctrina es santa. De ella recibimos la gracia para vivir el amor y el perdón. El pecado de sus miembros no restan verdad a lo dicho. Solo demuestra que ellos no supieron vivir a la altura de su vocación. Los que quieren ver pueden descubrir en la multitud de santos los efectos de la gracia que la Iglesia comunica a aquellos que la saben recibir.

 

La Iglesia, a través de los siglos, ha sido el principal agente en la toma de conciencia sobre los derechos humanos y en los esfuerzos por su implementación. La Iglesia se ha dedicado a través de los siglos ha enseñar el camino del amor divino que recibe de Cristo. Multitudes de hombres, mujeres y niños se han entregado a servir a Dios y a sus hermanos inspirados y fortalecidos como miembros de la Iglesia.

 

¿Qué hacemos hoy día? ¿Qué diremos de nuestro siglo? La Inquisición se queda muy pequeña en comparación con los genocidios de nuestro tiempo. ¿Cómo podemos reclamarle a los que vivieron en otro siglo por sus crímenes si nosotros mismos aceptamos la masacre actual de millones de niños inocentes?

 

San Juan Pablo II pidió a la Comisión Histórico-teológica del Comité para el Gran Jubileo del año 2000 la celebración de un congreso sobre la Inquisición. Se invitaron historiadores universalmente reconocidos, procedentes de diferentes confesiones religiosas, tal como lo pidió el Santo Padre. El historiador Agostino Borromeo, experto en la Inquisición, fue el coordinador. Para facilitar la investigación, el Papa mandó, en 1998, que se abriesen los archivos secretos de la Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio). La Iglesia ha hecho todo lo posible para que la investigación fuese abierta a toda la verdad. El congreso sobre la Inquisición fue parte de la preparación para la Jornada del Perdón del año santo. El 12 de marzo del 2000 el Papa pidió perdón por los errores cometidos en el servicio a la verdad recurriendo a métodos no evangélicos.

 

"La Iglesia busca la verdad histórica para pedir perdón por los pecados de sus hijos". -San Juan Pablo II, 15 de Junio, 2004, al presentarse las «Actas del Simposio Internacional "La Inquisición"».

 

El trabajo de la comisión continuó mas allá del año 2000 y después de un trabajo intenso, las actas del congreso, llamado Simposio Internacional "la Inquisición", se publicaron en el 2004. Constituyen un libro de 783 páginas con las intervenciones pronunciadas en el congreso.

 

 

 

Algunos de los datos contenidos en las Actas del Simposio ilustrados por el historiador Agostino Borromeo en el acto de presentación:

  • "El Papa Gregorio IX (1227-1241) fue el primero en instituir comisarios (inquisidores), «delegados de la Sede Apostólica con la tarea de combatir la herejía en determinadas regiones». Con el tiempo, el papado creó una organización estable hasta que se abolió el último tribunal de estas características, el español, en 1834".

  • La Inquisición en España es el tribunal más conocido. Celebró entre los años 1540 y 1700, 44.674 juicios. La Inquisición en España es el tribunal más conocido. Celebró entre los años 1540 y 1700, 44.674 juicios. Los acusados condenados a muerte fueron del 1,8% y de ellos el 1,7% fueron condenados en «contumacia», es decir, no pudieron ser ajusticiados por estar en paradero desconocido y en su lugar se quemaba o ahorcaba a muñecos. (Esto resulta en aproximadamente 0,1% que de hecho murieron ajusticiados = 45 personas en 160 años).

  • Por lo que se refiere a las famosas «cacerías de brujas», el historiador constató que los tribunales eclesiásticos fueron mucho más indulgentes que los civiles. De los 125.000 procesos de su historia, la Inquisición española condenó a la muerte a 59 «brujas». En Italia, añadió fueron 36 y en Portugal 4.

  • «Si sumamos estos datos no se llega ni siquiera a un centenar de casos, contra las 50.000 personas condenadas a la hoguera, en su mayoría por los tribunales civiles, en un total de unos cien mil procesos (civiles y eclesiásticos) celebrados en toda Europa durante la edad moderna».

  • Proporcionalmente, las matanzas de brujas más numerosas tuvieron lugar en Suiza (se quemaron a 4.000 en una población aproximada de un millón de habitantes); Polonia-Lituania (unas 10.000 en una población de 3.400.000); Alemania (25.000 en una población de 16.000.000) y Dinamarca-Noruega (unas 1.350 en una población de 970.000).

  • Con el término Inquisición, explicó Borromeo, se designa al conjunto de tribunales eclesiásticos que por expresa delegación papal tenía jurisdicción para juzgar el delito de herejía.

  • Los primeros comisarios («inquisidores») fueron creados por el Papa Gregorio IX (1227-1241) con el objetivo de combatir herejías en determinadas regiones.

  • «Progresivamente, con el pasar el tiempo, el papado dotó a esta institución de una organización propia, de una propia burocracia y de normas propias (especialmente para los procesos) que dieron un rostro específico a la Inquisición».

  • «Particularmente activa en los siglos XIII y XIV para combatir los movimientos heréticos medievales (sobre todo los cátaros y los valdenses), la Inquisición experimentará un descenso en su actividad en el siglo XV».

  • «Pero experimentará una reanudación en los siglos XVI y XVII con la fundación de los nuevos tribunales de la península ibérica (cuya acción se orientó principalmente contra los pseudo-convertidos del judaísmo y del islam) y con la creación del Santo Oficio romano, concebido en un primer momento como instrumento de lucha contra la difusión del protestantismo».

  • «Los tribunales fueron suprimidos entre la segunda mitad del siglo XVIII y en las primeras décadas del siglo XIX». «El último tribunal que desapareció fue el español, abolido en 1834».

 

Conocer la Verdad para pedir perdón por los pecados

 

San Juan Pablo II envió un mensaje con motivo de la presentación de las «Actas» del Simposio Internacional sobre la Inquisición:

 

«Es justo que la Iglesia asuma con una conciencia más viva el pecado de sus hijos recordando todas las circunstancias en las que, a lo largo de la historia, se han alejado del espíritu de Cristo y de su Evangelio. En vez del testimonio de una vida inspirada en los valores de la fe, los cristianos en ocasiones han ofrecido el espectáculo de modos de pensar y actuar que eran verdaderas formas de anti-testimonio y de escándalo».

 

San Juan Pablo II añadió «antes de pedir perdón es necesario conocer exactamente los hechos y reconocer las carencias ante las exigencias evangélicas en los casos en que sea así».

 

El papa recordó también las palabras del Concilio Vaticano II: «La verdad sólo se impone por la fuerza de la misma verdad, que penetra suave y fuertemente en las almas» -Dignitatis humanae (n.1).

 

El cardenal Cottier explicó que este estudio histórico sirve para que los teólogos puedan tener elementos de respuesta a preguntas como «¿Qué significa la paradoja: la Iglesia santa comprende en su seno a los pecadores?, ¿Cuál es el sentido del testimonio evangélico como dimensión de la existencia cristiana y de los comportamientos antitéticos de anti-testimonio y de escándalo?». «Es obvio que una petición de perdón sólo puede afectar a hechos verdaderos y reconocidos objetivamente. No se pide perdón por algunas imágenes difundidas a la opinión pública, que forman parte más del mito que de la realidad».

 

Afortunadamente, el cristianismo tiene una doctrina buena, cierta y definitiva que le permite rectificar la influencia del mal que también afecta a sus miembros: El Evangelio.

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Aspectos importantes sobre la Inquisición en la Iglesia

 

En primer lugar hay que aclarar que no es nuestra intención el hablar sobre este tema para afirmar que la inquisición fue algo muy bueno y bello en la historia de la Iglesia. Ni queremos resucitarla o que se vuelva a establecer. El objetivo de este artículo, más bien, es para precisar y quitar una serie de exageraciones que muy comúnmente escuchamos de parte de no católicos o de pseudo historiadores que nunca se han preocupado ni en lo más mínimo por investigar seriamente que fue lo que sucedió. La mayoría de la información que usaremos la puede usted consultar acudiendo a cualquier biblioteca y dedicando unos minutos a leerlo en cualquier enciclopedia que encuentre, incluso en enciclopedias hechas por hermanos no católicos y protestantes.

 

1.- Una Leyenda negra anticatólica y anti-española.

 

Al hablar de la inquisición es común que muchos historiadores serios le llamen con el nombre de "leyenda negra" porque se ha distorsionado y exagerado mucho sobre lo que fue realmente la inquisición católica y sobre todo la que se dio en España. Te sorprenderá conocer como hay un mito creado en torno a ella y en honor a la verdad es necesario mencionar algunas cosas sobre eso.

 

2.- Galileo no murió en un hoguera, ni se le juzgó por motivos científicos.

 

Más de alguno ya estará pensando que siempre ha oído lo contrario, pero tenga calma unos momentos y lea con atención. Es común oír, incluso a algunos maestros o profesores, decir que la inquisición quemó a Galileo porque afirmó que la tierra se movía y que el sol era el centro del universo, pero esto es FALSO.

 

Basta ir a cualquier enciclopedia y se dará cuenta que Galileo no murió quemado ni nada por el estilo. Su castigo fue leer los 7 salmos penitenciales por dos años. Tiempo después, murió tranquilamente en casa de un amigo suyo que era obispo y de hecho siguió con su cátedra y con sus escritos. A El tampoco se le juzgó por su teoría científica, una prueba de esto es que Él no fue el primero en decir esa teoría, sino Copérnico. Se le juzgo por exigir y pretender cambiar las Escrituras conforme a sus teorías (Es decir, Galileo pretendía que se cambiaran algunos pasajes de las Escrituras respecto a sus teorías) algo totalmente fuera de lugar, y no como muchos pretenden manipular que por sus estudios y descubrimientos.

 

Todavía hoy en día le llamamos sistema copernicano en honor a su nombre, y a Copérnico, que por cierto era canónigo (Eclesiástico de la iglesia católica que forma parte del cabildo de una catedral y que tiene un cargo. ), nunca se le hizo nada. Lo que pasó es que Galileo quiso basar su postura en pasajes de la Biblia, actitud que no siguió Copérnico. Esto fue lo que se rechazó, pues era una interpretación personal no acorde con su tiempo ni con la Iglesia. Por esto y no por motivos científicos, la inquisición le puso de penitencia rezar los salmos penitenciales. ¿No cree usted que esto es muy diferente a la hoguera como lo inventaron algunos tiempo después?

 

3.- Los protestantes, musulmanes y otras religiones también tuvieron sus "inquisiciones".

 

Seguramente que esto no lo había escuchado ¿verdad? Me pregunto porqué esto no se oye decir, si en los libros de historia se habla de ello. Claro que todo mundo tenía su especie de inquisición. Seguramente que esto no lo había escuchado ¿verdad? Me pregunto porqué esto no se oye decir, si en los libros de historia se habla de ello. Claro que todo mundo tenía su especie de inquisición. Por ejemplo William Cobbet, que fue un escritor protestante, en su libro "Historia de la reforma protestante" afirma que Isabel de Inglaterra (protestante) hizo y causó más muertes de católicos en un año que la inquisición española en toda su historia.

 

La razón por la cual Todos, hasta el mismo Calvino (reformador protestante), hacían esto, es porque ellos creían en un principio social que en aquel tiempo existía: "cuyus regio ipsius religio"= del que es la región es la religión. Así que si el príncipe, el rey o el gobernante era católico el pueblo mayormente sería de esa fe, si era luterano de igual manera, si era calvinista o musulmán sería el pueblo de esa fe. Estar contra la religión era estar contra el rey. Basta leer cómo Calvino tomó igualmente de radical esta postura contra los católicos.

 

No existía, como hoy en día, en la sociedad la llamada: "libertad religiosa" en el mismo nivel. Todos caminaron por el mismo error si usted lo quiere ver de esta manera, pero no solamente la Iglesia Católica sino todos así lo pensaban. Además, juzgar a la inquisición con criterios actuales es un verdadero anacronismo. Es decir «fuera de tiempo». Es como si hoy se acusara a los aztecas de dañar el ecosistema y violar las leyes ecológicas.

 

4.- El castigo lo daba el poder civil, NO LA IGLESIA.

 

Otro cuento o invento muy extendido y todavía saliendo en películas y novelas es presentar al sacerdote imponiendo el castigo. Eso es más falso que una moneda de tres dólares. El castigo lo imponía el llamado "brazo secular" o poder civil. La Iglesia lo que hacía eran los 'autos de fe' donde se declaraba si era culpable o no a la persona en cuestión. El poder civil era quien después aplicaba el castigo. A propósito de esto, en un programa de radio una hermana católica llamó y dijo que eso que se menciona no era cierto, que era la Iglesia la que daba el castigo. Cuando se le preguntó que cómo ella sabía eso, tranquilamente contestó que lo acababa de ver un día antes por televisión al estar viendo la telenovela... por eso estamos como estamos. Pobre católico que su fuente de formación son las novelas. Si por eso se llaman no-velas o sea que no las vea. En fin.

 

5.- La hoguera no era el castigo común, sino el extraordinario.

 

Cuánta novela y protestantes hay hablando de la hoguera como si cada día se quemara a una persona en la inquisición. Si queremos formarnos bien hay que ver menos novelas y leer más libros de historia. Los castigos impuestos por la inquisición eran muchas veces cosas sencillas: rezar algunas oraciones, hacer alguna penitencia, cargar con algún símbolo de su arrepentimiento, etc. Incluso muchas veces bastaba el arrepentimiento para que no se le castigara nada. Por eso es que a Galileo simplemente se le impuso rezar los 7 salmos penitenciales. No fue a la hoguera como por ignorancia muchos lo afirman.

 

Más aún, lo que muchas veces se quemaba no era a la persona, sino a la 'efigie', es decir a un muñeco que representaba a la persona. Todavía en los archivos de la nación de México, por poner un ejemplo, en este país en cerca de trescientos años fueron 57 casos, los demás en efigie. Claro que estuvo mal, pero de ahí a la exageración de que fueron miles hay mucha diferencia. Ah, y también hay que mencionar que NUNCA se juzgó o condenó a ningún indígena pues estos eran protegidos por las leyes de los reyes católicos.

 

6.- La inquisición no era solamente para los protestantes, musulmanes, judíos y las brujas. También era para los católicos.

 

De dónde habrán sacado algunos protestantes la barbaridad de que sólo era para ellos, porque de la historia no se puede sacar. Basta decir que dos de los que hoy consideramos grandes santos y místicos católicos en la espiritualidad también fueron llamados a la inquisición y no les pasó nada. Nada. Me refiero a Santa Teresa de Ávila y a San Juan de la Cruz. En el caso de los judíos y musulmanes ni siquiera se les llamaba o investigaba por ser de esa religión. Era más bien a los judíos que se hacían pasar por convertidos-católicos llamados 'judaizantes', y a los musulmanes que falsamente se habían convertido al catolicismo llamados 'moriscos' a quienes se les hacía una investigación.

 

A nadie se le obligaba a ser católico. Fue al contrario, pues en países donde eran mayoría protestante si hubo una tremenda persecución hacia el catolicismo. Basta ver cualquier enciclopedia cómo Calvino aplicaba las leyes e incluso con sus mismos correligionarios. De hecho, los primeros fundadores de Estados Unidos, llamados comúnmente "puritanos", eran protestantes huyendo de las persecuciones de intolerancia de otros protestantes.

 

Esto es callado e ignorado por todos los protestantes por eso es importante mencionarlo para recordar un poco la memoria histórica a quienes desean manipularla.

 

7.- La tolerancia religiosa de parte de los católicos en los Estados Unidos.

 

Para terminar, mencionemos que Maryland, la única de las trece colonias de mayoría católica, en el mismo tiempo de la inquisición, en el año 1649, fue de las primeras en proclamar la ley por la "la tolerancia religiosa".

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La Inquisición Española

 

La Inquisición Española ha sido la mas duramente atacada al ser España baluarte del Catolicismo y al mismo tiempo enemiga comercial y política de la Inglaterra protestante. Veamos la opinión de dos eruditos en el tema: A.S. Turberville en su Libro “La Inquisición Española”, pag 61 y 62 dice: “EL Santo Oficio pretendía ser el Tribunal mas clemente de todos porque sus fines no eran la administración de una justicia rígida y automática, sino la reconciliación del delincuente. Confesarse culpable con el Santo Oficio era obtener el perdón. ¿De qué otro tribunal se puede decir esto? El Inquisidor era tanto Padre Confesor como juez, que pretendía no una condenación, sino acabar con un extravío y devolver al rebaño la oveja descarriada.

 

Por eso se instaba constantemente al acusado a que recordase la diferencia fundamental entre la Inquisición y los tribunales ordinarios y que su finalidad no era el castigo del cuerpo, sino la salvación del alma y por lo mismo se le imprecaba a que tratara de salvarse por medio de la Confesión”. En otras palabras, para el lector moderno… imaginemos que no te detienes en una luz de un semáforo y el policía te lleva detenido, tu vas delante del juez y confiesas que realmente te arrepientes de no haberte detenido en la luz roja y pides perdón, entonces el Juez te absuelve con una reconvención.

 

Así actuaba el Tribunal de la Inquisición, su objetivo no era condenar, era salvar y de los famosos “autos de Fe” muchas de las gentes eran reconciliadas con la Iglesia después de llevar un hábito llamado “San Benito”: por la similitud del hábito de esta orden por varios domingos ante la Iglesia, después de esto eran aceptados de nuevo en la Comunión, ejemplo de esto fue el Abuelo de Santa Teresa de Ávila, quien llevó “San Benito” por judaizante y se reconcilió con la Iglesia y nos dio tal Santa. Los que no se arrepentían y se demostraba su culpa de herejía eran entregados a la justica del Rey, la Iglesia no podía hacer nada mas, esto caía en al campo político y podía hacer tambalear la seguridad del reino. Otro punto a tener en cuenta era que estos tribunales no actuaban bajo la autoridad de la Iglesia Católica y del Papa, La Inquisición terminó por ser un poder en manos del Rey y muchas veces en contra de Roma como veremos en los ejemplos que daremos mas tarde.

 

Veamos la opinión de Fernando Ayllon en su libro “El Tribunal de la Inquisición de la Leyenda a la Historia” Pag 578 y 579. Dice así: “La Inquisición española estuvo desde sus orígenes supeditada a la voluntad real lo cual la llevó inclusive a enfrentarse en algunas oportunidades contra el poder del propio Pontífice. Diversos ejemplos de ello son los roces de los primeros inquisidores con los Papas Sixto IV o Inocencio VIII; la causa contra el Arzobispo de Toledo, Primado de España Bartolomé Carranza; las dificultades ocasionadas por la Inquisición a la admisión de bulas pontificias etc. Cierto es que en ocasiones se convirtió en instrumento político en poder de los reyes para fines diversos, por su característica dualidad , estatal-eclesiástica. Sin embargo debemos recordar también que no existía ningún tribunal que no estuviera sujeto a dicha presión y utilización por el poder político, no solo en España sin en todo el mundo.

 

El Santo Oficio fue el símbolo de la etapa en la cual se estableció y desarrolló. La alta religiosidad de la época motivó el surgimiento de una institución que se encargara de la fe, la moral, el mantenimiento del orden público y la paz social. La Inquisición, mas allá de cualquier humana desviación de sus objetivos, cumplió ese rol. Fue muy importante para el estado y para la formación de la unidad nacional española, defendiéndola contra los graves peligros que la amenazaban. El Tribunal no fue una traba para el progreso intelectual de España como lo demuestra el hecho contundente, ampliamente documentado y fuera de toda discusión, de que la época de su mayor acción coincidió con la del apogeo hispano. ”No podemos negar que la Inquisición cometió abusos y que algunos de sus miembros fueron crueles (como en toda institución de poder), pero estos errores no deben marcar la historia como costumbre generalizada, la historia de la Inquisición ha sido desfigurada por historiadores masones y anticlericales y no fue hasta el siglo XIX y XX que la verdad comenzó a brillar en este tema.

 

R.Cappa ha dicho: “Aunque la Inquisición veía que declarando ella al acusado reo de tal delito se le había de seguir con la pérdida de la vida, ella , no obstante, no era la causa de tal pérdida: era eso o el delito (que la Inquisición no había cometido) y la Ley Civil (que ella no había hecho). Para evitarlo tenía establecido el perdón para todo el que se arrepintiera , con tal que este arrepentimiento tuviese lugar mientras el reo estuviera bajo su jurisdicción incluso hasta el último momento antes. Por otra parte el relajamiento al brazo secular (entrega a la justicia) tuvo lugar en relativamente pocos casos en que no existieran además graves delitos. Así el número de quemados en España fue muy exiguo constituyendo otro grave error histórico el de las supuestas hecatombes, de las que ya se burló el historiador Hefele al decir que “de una parte se ha imaginado un brasero inmenso, una caldera colosal y de la otra a los españoles reunidos en inmensa muchedumbre, como una tropa de caníbales con los ojos brillantes prontos a devorar centenares de víctimas.”

 

La Inquisición fue mucho mas benigna que los tribunales de la época pues:

 

1) Conmutó la pena de muerte por penitencias Canónicas cuando el reo se arrepentía. Cosa que no ocurría NI OCURRE en los tribunales civiles.

 

2) Abolió la pena de azotes para las mujeres y los fugados de las cárceles.

 

3) Suprimió la argolla para las mujeres.

 

4) Limitó a cinco años la pena a galeras (era una pena que se imponía a ciertos delincuentes y que consistía en remar en las galeras del rey) imponiéndola siempre dentro de un marco aceptable de edad (la pena a galera era perpetua en lo civil).

 

5) Suavizó el tormento y lo abolió mucho antes que los tribunales civiles. Mucho mas sangrientas fueron y en ESTE SIGLO las Inquisiciones mexicanas de la revolución y la Rusa de la era Staliniana! La Inquisición española comenzó bajo la Orden Dominica pero después de 1483 toda su estructura se hallaba bajo una institución gubernamental llamada “La Suprema”, esta jurisdicción de la Inquisición se extendía solo a los Cristianos de España, no eran de su incumbencia los judíos de religión ni los mahometanos, sus poderes se encaminaban a los convertidos al cristianismo que recaían o no abjuraban de sus prácticas. La Inquisición española funcionaba de esta forma: Antes de establecer el tribunal en una ciudad o pueblo se leía en las Parroquias un “edicto de Fe” donde se pedía que todo el que supiera de una herejía la revelara a los inquisidores y se daba un plazo de gracia a cualquiera persona que se sintiera culpable de herejía, si esta persona se presentaba y confesaba se le imponía una multa y se le requería una penitencia y se reintegraba después de esta a la vida diaria.

La Inquisición no tomaba a la ligera las acusaciones y examinaba con cuidado las pruebas reunidas, cuando estaba firmemente y unánimemente convencida de la culpabilidad de un individuo emitía un mandato de arresto y se incomunicaba a la persona, el proceso era privado y se le instaba a confesar, si el acusado se negaba se le permitía escoger un abogado. En el proceso se podía dar tortura al acusado para que confesara, es de notar que la tortura no fue inventada por la Inquisición y era el procedimiento legal propio de la época en todo tribunal civil y militar, la tortura se anunciaba o se aplicaba con la esperanza de que el acusado confesara y recibiera una condena menor que la de muerte. La Inquisición prohibía la tortura a mujeres que estaban criando, a personas de corazón débil, y a los acusados de herejías menores, esta tortura era en mucho, mas benigna que la de los tribunales de la época.

 

Un ejemplo fue la tortura aplicada a los amantes de las nueras de Felipe el hermoso (Rey Frances) de 18 y 19 años respectivamente, los huesos de estos fueron triturados con mandarria, fueron desollados vivos, se le cortaron los genitales y se le introdujeron en la boca, se le sacaron y quemaron las entrañas y después fueron descuartizados, esto frente a miles de jubilosos espectadores de todas las clases sociales que inundaron la Plaza de la sentencia el día antes… esto era el tribunal civil, esto no ocurría en la Inquisición, la tortura principal de la Inquisición era una cárcel prolongada. En muchos casos como dice Will Durant en su libro sobre el tema, era misericordioso y perdonaba penas a causa de la edad, ignorancia, pobreza, embriaguez o por la buena reputación del acusado, la pena mas suave era una reprimenda.

 

El código de derecho civil español marcaba la muerte en hoguera para la herejía posible causante de la desintegración de la Nación y de la seguridad nacional, antes de que se procediera a aplicar la pena de muerte se le daba oportunidad a la Iglesia por medio de la Inquisición de que la persona confesara, se arrepintiera y se reintegrara a la sociedad y a esto estaba encaminada la actividad de la Inquisición, y no tenía jurisdicción a la pena de muerte, cuando se agotaban los medios y la persona no se arrepentía la Inquisición terminaba su trabajo y entregaba al reo a las autoridades civiles que eran los que entonces aplicaban la pena de muerte, contrariamente a lo que se cree los “Autos de Fe” no eran aplicación de la sentencia de muerte, era la culminación del proceso eclesiástico donde la Iglesia declaraba que había intentado reconciliar a la persona sin resultados y la persona era entregada a la autoridades que la llevaban al lugar de la sentencia y la ejecutaban.

 

Los “Autos de Fe” eran ceremonias religiosas destinadas a impresionar a las personas e intimidar a futuros detractores. Hasta el último minuto se podía salvar la vida haciendo pública declaración de arrepentimiento. Los Inquisidores eran nombrados por los reyes y NUNCA por el Papa. Tenemos el ejemplo histórico de la alarma del Papa Alejandro VI por la severidad de la Inquisición Española y en 1494 nombró un obispo que supervisara las sentencias, los reyes pasaron por encima de esta disposición.

 

Otros muchos Papas movidos por sentimientos humanitarios intentaron frenar sus excesos y darle protección a las víctimas, así en 1482 el Papa Sixto IV promulgó una bula para terminar la Inquisición en Aragón, se quejaba de que “los inquisidores mostraban mas codicia de oro que celo por la religión, que habían encarcelado y torturado a cristianos por dudosos indicios y ordenaba que en adelante ningún inquisidor actuase sin la presencia de un representante del Obispo local, que los presos fueran confinados en cárceles dependientes del Obispo local, que se le diera los nombres de los delatores a los acusados y que se les permitiera a los acusados apelar a la Santa Sede y que se se suspendiera toda actuación hasta haber resuelto la apelación; se exigía que todas las personas convictas de herejía fuesen absueltas si se arrepentían sin consecuencias algunas”.

 

El rey Fernando prescindió del decreto y nunca se publicó en Aragón. Otro ejemplo fue la orden de enjuiciamiento dada por el Papa Julio II al gran inquisidor Lucero por conducta irregular y la excomunión de los inquisidores de Toledo, otra prueba es que muchos de los judíos expulsados de España fueron acogidos en Roma (para escándalo de los reyes Españoles) por el Papa Alejandro VI quien en una acogida en la Plaza de San Pedro les dio un sermón sobre el cristianismo y los dejó en libertad y así tenemos que la Sinagoga mas antigua de Europa está en Roma, otra prueba de que no era la Iglesia quien estaba detrás de la Inquisición española es el caso del Arzobispo Carranza, primado de España, quien fue acusado de herejía por la Inquisición y languideció en las cárceles españolas por diez años mientras el Papa clamaba que se le entregara para juzgarlo en Roma, al clamor del Papa no se le escuchó en la Corte Española.

 

En resumen que la Inquisición Española fue un arma política a la vez que de saneamiento social de la época, que no utilizó ningún instrumento que no fuera lo común de la época en procesos judiciales ni se ensañó (como nos la pintan) con la población en un ataque desmedido y repudiado de la misma. También como vimos muchos de los Papas de la época no la apoyaron y esta hizo caso omiso a los llamados papales de moderación y misericordia al no ser el objetivo de la Inquisición el ser objeto de represión política.

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Verdades y mitos

 

La Inquisición española es esgrimida como la cara más terrible y despiadada de la Iglesia Católica, como la prueba más clara del oscurantismo católico en general y español en particular. Todo el mundo tiene una idea más o menos clara de lo que era la Inquisición y de sus proverbiales crueldades. Veremos aquí cuánto hay de verdad en ello y cuánto de fantasía.

 

El Tribunal del Santo Oficio, más comúnmente conocido como La Inquisición española (con jurisdicción en España y América), ha sido usado por los países protestantes como el súmmum de todos los horrores. Es hoy comúnmente aceptado, incluso por los católicos, que la Inquisición española torturaba sistemáticamente durante horas o días, y quemó en la hoguera a miles y miles de herejes y brujas. Se nos habla de instrumentos de tortura de todo tipo, a cual más horrible, de reos que sobrevivían mutilados de por vida, y de inquisidores sádicos que tenían a toda la sociedad aterrorizada. No vamos a decir aquí que la Inquisición fue algo maravilloso, pues la justicia -toda la justicia- de aquellos siglos de maravilloso no tenía nada, pero a cada uno lo suyo, y los países del norte de Europa, con sus tribunales eclesiásticos, torturaron y quemaron en la hoguera a muchas más brujas y herejes que las inquisiciones del sur de Europa, y particularmente la española.

 

La Inquisición ha sido objeto de una desmedida exageración y una flagrante falsificación de la realidad hasta el punto de que la visión que aún hoy se tiene de ella (incluso dentro de España y América) en muy poco se corresponde con la realidad. El actual imaginario popular está más alimentado por películas, novelas y documentales que por datos históricos reales, y en esos medios los anglosajones, protestantes, dominan por completo el panorama. Nuestra actual visión de la historia es la que ellos nos están dando hasta el punto de que una visión radicalmente diferente nos parecerá ya falsa.

 

1. LA INQUISICIÓN NO EJECUTÓ A NADIE. Sólo juzgaba si se había caído en herejía o no. El delito de herejía era un delito CIVIL, y era el poder político (por potestad del rey) el que ejecutaba. La Inquisición se encargaba de juzgar. El juez no condena, condena el Estado. La Iglesia no ejecutó a Lutero, ni a muchos otros herejes: simplemente les excomulga.

 

2. La Inquisición no tenía jurisdicción sobre judíos ni protestantes. SÓLO JUZGABA A LOS CATÓLICOS HEREJES. Así, no obligó a nadie a convertirse forzosamente, no forzaba las conciencias (cosa que sí se hizo en Inglaterra –Enrique VIII-, Alemania, o Suiza -Calvino-).

 

3. ¿Qué tipo de bienes protegía? La unidad nacional y la estabilidad política. LA INQUISICIÓN EVITÓ LAS GUERRAS DE RELIGIÓN, que desangraron Europa durante dos siglos, la Reforma Protestante provocó miles de muertos mientras la tranquilidad en España era casi total.

 

4. En España A NADIE SE LE IMPUSO UN CAMBIO DE RELIGIÓN: la alternativa era o conversión o expulsión. En el resto de Europa, no existió esa alternativa: o conversión o ejecución. Un botón de muestra: en 1560 el Parlamento escocés decretó pena de muerte contra todos los católicos.

 

5. ¿CUÁNTA GENTE MURIÓ AJUSTICIADA? Tristemente se calculan 3.000 personas. Además, no se olvide que entonces la pena de muerte se daba facilísimamente. Sir James Stephen calcula que en 300 años hubo en Inglaterra 264.000 condenados a muerte por diversos delitos. En Alemania fueron quemadas más de 50.000 brujas. La Inquisición en España, celebró entre 1540 y 1700, 44.674 juicios. Los acusados condenados a muerte fueron del 1,8% y de ellos el 1,7% fueron condenados en «contumacia», es decir, no pudieron ser ajusticiados por estar en paradero desconocido y en su lugar se quemaba o ahorcaba a muñecos.

 

6. ¿DE DÓNDE VIENE LA LEYENDA NEGRA? Gran parte de las acusaciones están tomadas de un sacerdote apóstata, Juan Antonio Llorente, que fue secretario de la Inquisición (se puso de parte de los invasores franceses en la guerra de la Independencia, tuvo que huir a Francia). Él mismo confesó que quemó todos los datos oficiales de que se sirvió para su obra.

 

El tema de la inquisición es espinoso, y está bastante manoseado. Las primeras descalificaciones llegaron de otros países europeos, junto con la leyenda negra de Felipe II y la colonización de América. Desde otros países se nos han colgado diversos sambenitos, pero... ¿alguien se ha tomado la molestia de contar a cuánta gente mataron los colonizadores ingleses y holandeses?¿y la Inquisición protestante? ¿Alguien ha visto mestizos en África?¿Cuántas universidades fundaron los ingleses o portugueses en África? ¿Qué iglesias construyeron?

 

CON ESTOS DATOS NO SE PRETENDE JUSTIFICAR LAS MUERTES, SÓLO INVITARTE A VALORAR LAS COSAS EN SU JUSTA MEDIDA, Y A MIRAR A LOS HECHOS DEL PASADO CON LOS OJOS DEL PASADO, PARA JUZGAR CON UN MÍNIMO DE JUSTICIA.

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LA INQUISICIÓN PROTESTANTE (LO QUE MUCHOS CALLAN)

 

Otro punto del que no se ha hablado es que los Protestantes también tuvieron una Inquisición totalmente sometida al poder político de la época. Los historiadores solo tienen dedos para señalar la Inquisición católica guardando un silencio hipócrita sobre lo acaecido en los territorios protestantes.

 

Los primeros protestantes no se distinguieron por ser los campeones de la “libertad de opinión” como nos lo han hecho creer… ellos que clamaban por libertad religiosa en los países católicos en sus territorios la primera medida que tomaban era la suspensión total de la Misa y el obligar a los ciudadanos por ley a asistir obligatoriamente a los cultos reformados, la destrucción de Iglesias católicas, de imágenes junto al asesinato de Obispos, Sacerdotes y religiosas marcaron estos territorios mucho mas que lo que ocurría en su contraparte católica. Para citar solo algunos ejemplos (ya que todas las fuentes investigadas solo hablan de la Inquisición Católica y ni una de la Protestante).

  • Se recuerda la masacre de los monjes de la Abadía de San Bernardo de Bremen cuyos monjes fueron asesinados, desollados y se les hecho sal en la carne viva siendo después colgados del campanario por turbas protestantes en el siglo XVI.

  • El ahorcamiento de seis monjes cartujos y del Obispo de Rochester en la Inglaterra Protestante en 1535.

  • La quema de miles de católicos y anabaptistas por Enrique VIII en el siglo XVI siendo su hija católica María la que heredó el título de “María la sanguinaria”.

  • La quema en la hoguera de Juan Server, el descubridor de la circulación de la sangre, en Ginebra por orden de Calvino, sin embargo solo se recuerda el “caso Galileo” que no fue ajusticiado.

  • Cuando Enrique VIII comenzó la persecución católica en Irlanda existían mas de 1,000 monjes Dominicos, de los cuales solo DOS sobrevivieron la persecución.

  • En la época de la protestante Isabel alrededor de 800 católicos eran asesinados por año.

  • El historiador protestante Henrry Hallam dice “la tortura y la ejecución de los Jesuitas en el reinado de Isabel Tudor fue caracterizado por el salvajismo y el prejuicio”.

  • Un acto del Parlamento Inglés decretó en 1652 que “cada sacerdote romano debe ser colgado, decapitado y desmembrado y después quemado y sus cabezas expuestas en un poste en lugar público”.

  • En la Alemania Luterana los Anabaptistas era cosidos en sacos y echados en ríos.

  • En la Escocia Presbiteriana de Juan Knox en un periodo de seis años se quemaron mas de 1000 mujeres acusadas de hechicería.

  • En las ciudades tomadas por el Protestantismo, los católicos tenían que abandonarlas dejando en ellas todas sus posesiones o convertirse al Protestantismo, si se les descubría celebrando la misa eran castigados con la muerte. Es un mito que la táctica de la tortura fue un arma católica de la Inquisición. Janssen un escritor de esta época cita a un testigo el cual dice “el teólogo protestante Meyfart describe la tortura que el personalmente presenció: “Un español y un Italiano fueron los que sufrieron esta bestialidad y brutalidad. En los países católicos no se condena a un asesino, a un incestuoso o a un adúltero a mas de una hora de tortura, pero en Alemania la tortura se mantiene por todo un día y una noche y hasta por dos días… algunas veces hasta por cuatro días después de los cuales se comienza de nuevo… es una historia exacta y horrible que no pude presenciar sin aún estremecerme”.

  • El mismo Janssen nos da este dato “en Augsburg en el año 1528 cerca de 170 Anabaptistas de ambos sexos fueron puestos en prisión por orden del ayuntamiento, muchos de ellos fueron quemados vivos, otros fueron marcados con hierros candentes en la mejilla o sus lenguas fueron cortadas.

  • En Aubsburg el 18 de enero de 1537 el consejo municipal publicó un decreto donde se prohibía el culto católico y se les daba 8 días para que los católicos abandonaran la ciudad, pasado ese término se envió a los soldados a perseguir a los que no aceptaron la nueva fe; se tomaron las Iglesias y monasterios se destruyeron las estatuas y los altares. Frankfor emitió una ley parecida y la total suspensión del culto católico se extendió a todos los estados alemanes ¡y después se tacha a la Iglesia Católica de intransigente!

  • En 1530 en sus comentarios al Salmo 80 Lutero aconsejaba a los gobiernos que aplicaran la pena de muerte a todos los herejes.

  • En el distrito de Thorgau (Suiza) un misionero Zuingliano al frente de una turba protestante saqueó, masacró y destruyó el monasterio local. El mismo Erasmo se aterró de ver a piadosos fieles excitados por sus predicadores protestantes “salir de la Iglesia como posesos con la ira y la rabia pintadas en el rostro, como guerreros animados por un general”. El mismo Eramos le comenta en una carta a Pirkheimer lo siguiente “Los herreros y obreros quitaron las pinturas de las Iglesias y lanzaron tales insultos a las imágenes de los santos y al mismo crucifijo que es harto sorprendente que no hubiese un milagro. No quedó ni una estatua en Iglesias ni monasterios... todo lo que podía arder fue arrojado al fuego y el resto reducido a fragmentos, nada se salvó”.

  • En la Zurich Protestante se ordenó quitar todas las imágenes religiosas, reliquias y adornos de las Iglesias y hasta el órgano fue desterrado, la catedral quedó desnuda como lo está hasta hoy. A los católicos se les inhabilitó para ocupar cargos públicos, la asistencia a Misa se castigaba con una multa la primera vez y penas mas severas a los reincidentes.

  • En Leiphein el 4 de Abril de 1525 -3000 campesinos guiados por un exsacerdote tomaron la ciudad, saquearon la Iglesia, asesinaron católicos e hicieron sacrilegios en el altar con profanación de los sacramentos.

  • Un hecho que totalmente pareciera que nunca hubiera ocurrido si no estuviera bien documentado fue el Saqueo de Roma, ni siquiera los católicos saben que este hecho ocurrió.

 

Tendemos a pensar que los horrores de esta institución se ciñen al mundo católico. Sin embargo, la historia nos demuestra que la intolerancia y la persecución religiosa se dieron en ambos bandos, de hecho, en la Inquisición Protestante hubo considerablemente muchísimas más muertes si la comparamos con la Inquisición en la Iglesia Católica.

 

En la Historia no hay nada más incorrecto que aseverar que la Reforma Protestante fue un movimiento a favor de la libertad intelectual. La verdad es que fue todo lo contrario. Para los luteranos y calvinistas, es cierto, representó su libertad de conciencia, pero el concederles esto a los demás, es falso, no mientras ellos dominaran la escena. La eliminación completa de la Iglesia Católica y de todo lo que se les oponía en su camino, fue considerado por los protestantes como algo perfectamente natural.

 

Desde el principio, la rebelión espiritual de Lutero desató la avaricia. Los gobernantes alemanes, los monarcas escandinavos y Enrique VIII de Inglaterra, tomaron ventaja del rompimiento con el tutelaje papal, apropiándose tanto de la riqueza como del control de las Iglesias respectivas. Las normas y directrices marcadas por los líderes protestantes, fueron absolutamente intolerantes. Se implantó la asistencia obligatoria a los sermones protestantes bajo pena de castigo, toda enseñanza y práctica religiosa que se desviara de las regulaciones prescritas, se castigaban. A los clérigos no se les permitía oficiar misa ni se permitía a los feligreses asistir a ésta.

 

Fue prohibido bajo pena de castigo severo, el tener imágenes y esculturas religiosas aún dentro de las casas. Muchas bellas pinturas, monumentos y antiguas obras de arte dentro de las iglesias católicas, fueron destruidas en nombre del Cristo de Lutero. Aquella persona que se negara a asistir al culto público, se le daba un plazo de ocho días para salir de los límites de la ciudad, y los ciudadanos católicos, se les prohibió el asistir a los lugares de culto, bajo severos castigos.

 

La opinión de los grandes reformadores protestantes sobre el uso de la violencia

 

Una de las bases de la Reforma Protestante, las Indulgencias, si se hace un estudio sincero e imparcial se darán cuenta de que eran mal interpretadas por los Reformadores o por el pueblo sin preparación religiosa. En 1518 el Papa León X emitió una Bula Pontificia donde aclaraba las indulgencias y su uso. En esta se rechazaba mucho de los méritos atribuidos a éstas; las Indulgencias NO perdonaban los pecados ni las culpas, sino solo las penitencias terrenales que la Iglesia (no un gobernante secular) había impuesto; en cuanto a librar las almas del Purgatorio, el poder del Papa se limitaba a las plegarias en que suplicaba a Dios que aplicara al alma de un difunto el excedente del mérito de Cristo y los Santos. (La Reforma en Alemania, Will Durant).

 

De nada sirvió, la Reforma siguió su curso. La forma de pensar de los Reformadores fue extremada violenta y muchas veces fue un llamado al crimen, así vemos que Lutero en el 1520 escribía en su “Epitome”:

 

“Si Roma así lo cree y enseña, a sabiendas de papas y cardenales, declaro francamente que el verdadero Anticristo esta entronizado en el templo de Dios y reina en Roma (la empurpurada Babilonia) y que la Curia es la Sinagoga de Satanás… Si la furia de los romanistas no cesa, no quedará otro remedio sino que los emperadores, reyes y príncipes rodeados de fuerza y armas, ataquen a esa plaga del mundo y resuelvan el asunto no ya con palabras, sino con la espada... Si castigamos a los ladrones con la horca, a los salteadores con la espada, A LOS HEREJES CON LA HOGUERA. ¿Porque, con mayor razón, no atacamos con las armas a estos maestros de perdición, a esos cardenales, a esos papas, a toda esa cima de la Sodoma romana, que ha corrompido perpetuamente a la Iglesia de Dios y nos lavamos las manos en su sangre?”

 

En 1522 en su folleto llamado “Contra el falsamente llamado orden espiritual del Papa y los Obispos” Lutero dijo:

 

“Seria mejor que se asesinase a todos los Obispos y destruyan todas las fundaciones y claustros, para no hablar ya de que todas las almas se perdiesen para salvar sus indignos fraudes e idolatrías. Qué utilidad tiene los que así viven en la Lujuria, alimentándose con el sudor y la sangre de los demás?..”

En su folleto “Contra la horda de campesinos que roban y asesinan” Lutero decía a los príncipes:

 

“Empuñad rápidamente la espada. Pues un príncipe o señor debe recordar en este caso que es el ministro de Dios y servidor de su ira (Romanos XIII) a quien se entregó la espada para emplearla contra tales hombres….Si puede castigar y no lo hace (aunque el castigo consista en privar de la vida y derramar sangre) es culpable de todos los asesinatos y todo el mal que esos hombres cometan”.

 

Lutero escribía en Julio de 1525 en su “Carta abierta sobre el libro duro contra los campesinos”:

 

“Si creen que esta respuesta es demasiado dura y que su solo fin es hacerles callar por la violencia, respondo que esto es verdad. Un rebelde no merece que se le conteste con razones, porque no las acepta. La respuesta adecuada es tal boca es un puño que haga sangrar la nariz. Los campesinos no quieren escuchar…hay que abrirles los oídos con balas hasta que salten sus cabezas. El que no quiere escuchar la Palabra de Dios cuando se le dice con bondad ha de escuchar al verdugo cuando este llega con su hacha... No quiero oír ni saber nada de misericordia”.

Sobre los judíos decía en sus famosas “Charlas de sobremesa”:

 

“Arrójeles quienquiera que pueda azufre y alquitrán, si uno pudiera echarles fuego del infierno tanto mejor… y esto debe hacerse en honor a Nuestro Señor y de cristianismo. Sean sus casas astilladas y destruidas… Séanles quitados sus libros de oraciones y Talmudes y también toda su Biblia; prohíbase a sus rabinos la enseñanza con pena de muerte, de ahora en adelante. Y si todo esto fuera poco, sean expulsados del país como perros rabiosos”.

 

Willibald Pirkheimer dijo en 1529 sobre la Reforma:

 

“No niego que al principio todos los actos de Lutero no parecían ser vanos, pues a ningún hombre podían complacer todos aquellos errores e imposturas que se habían acumulado gradualmente en el cristianismo. Por ellos esperaba yo, junto con otros, que podría aplicarse algún remedio a tan grandes males; pero fui cruelmente engañado. Pues antes que se extirparan los errores anteriores, se introdujeron otros muchos mas intolerables, comparados con los cuales los otros parecen juegos de niños… Las cosas han llegado a tal punto que los bribones papistas parecen virtuosos al lado de los evangélicos. Lutero con su lengua desvergonzada e ingobernable, debe de haberse vuelto loco o estar inspirado por un espíritu maligno”.

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CONCLUSIÓN

 

Hemos visto que la Inquisición no fue ni mucho menos tan cruel y arbitraria como ahora todos creen, que fue incluso más sensata, suave y progresista de lo que era la justicia de entonces dentro y fuera de los territorios de la monarquía española; y sin embargo tenemos que lamentar profundamente que la Iglesia se prestara a jugar a juegos que no eran los suyos, manchando su imagen y dando pie a que ocurriera lo que ha ocurrido. Como católicos, nos consuela poco el hecho de que la Inquisición recurriera a la tortura mucho menos de lo habitual, o que sus torturas fueran bastante menos crueles y destructivas de lo que por entonces era la norma, o de que los tribunales religiosos de los protestantes fuesen aún peores. El mero hecho de que una institución formada en buena parte por clérigos recurriese a la represión y la tortura es ya motivo sobrado para constatar en cuánto se había apartado del espíritu del Evangelio.

 

No queremos permitir que la imagen de la Inquisición se exagere y tuerza hasta convertirla en algo diabólico, y aceptamos que a la luz del contexto de su época ofrecía una justicia más clemente, pero hay líneas rojas que el cristianismo jamás debería haber cruzado; la tortura y la pena de muerte son dos de ellas, y este reproche y lamento va tan dirigido a católicos como a protestantes, pues ninguno supo por entonces estar a la altura.

 

En cuanto a los protestantes, que es lo que causó la Leyenda Negra, parece claro que al igual que ocurrió con las brujas, la Inquisición evitó en la corona de España las mismas masacres de herejes que ocurrieron en otros países de Europa. En el derecho civil la herejía estaba condenada con pena de muerte, y mientras que la Inquisición saldó casi todos los procesos contra protestantes con absoluciones y castigos, si esos mismos casos hubieran ido a parar a la justicia civil, la mayoría habrían acabado en la hoguera. Los tribunales reales no manejaban el concepto del arrepentimiento ni la abjuración, un hereje, por el hecho de serlo, era ya considerado reo de muerte desde el momento en que se probaba su herejía.

 

No pretendemos en este artículo defender a la Inquisición o convencer a nadie de sus bondades sino demostrar que la imagen de exagerada crueldad que hoy tiene no es fiel a la realidad. Por rigor intelectual, y por sentido común, para hacer una comparación entre instituciones históricas es preciso partir de un principio que es la norma de todo verdadero historiador serio: no se puede juzgar, ni valorar, ni explicar el pasado con los criterios y valores del presente. Ya sabemos que hay otro tipo de “historiadores” que hacen lo contrario, y por eso sus teorías y curiosas ideas son las más jaleadas, repetidas y difundidas, pues resultan más emocionantes y entendibles, o dicen a la gente lo que quiere oír; ante este hecho hay que recordar que Emil Ludwig, en su biografía de Bismarck, recogía unas curiosas palabras del Canciller: Ya sabemos que hay otro tipo de “historiadores” que hacen lo contrario, y por eso sus teorías y curiosas ideas son las más jaleadas, repetidas y difundidas, pues resultan más emocionantes y entendibles, o dicen a la gente lo que quiere oír; ante este hecho hay que recordar que Emil Ludwig, en su biografía de Bismarck, recogía unas curiosas palabras del Canciller: “Hay dos clases de historiadores. Los unos hacen claras y transparentes las aguas del pasado; los otros las enturbian”.

 

En el caso de la leyenda negra de la Inquisición, había y hay muchos intereses para que esas aguas bajasen turbias. En principio la macabra leyenda se forjó como reacción de los países protestantes europeos contra una hegemónica España católica que amenazaba su política y su religión, odio político y religioso lisa y llanamente. La inercia hace que sea más fácil mantener la misma imagen que cambiarla, pues pocos están dispuestos a cambiar “verdades asentadas” a menos que tengan un buen motivo para ello, y lo cierto es que ocurre al contrario, también hoy sigue interesando mantener la verdad distorsionada. España no es ya una amenaza política, pero la Iglesia Católica sigue siendo para muchos protestantes el enemigo a batir, y no están dispuestos a renunciar a una de sus mejores armas para denigrar al catolicismo.

 

La Inquisición, especialmente la española, es aún hoy una de las principales “pruebas” que ellos presentan para fundamentar su idea de que el catolicismo es oscurantista y la Iglesia Católica es en esencia maligna. A ellos se unen ahora los ateos, que consideran que toda religión es esencialmente destructiva y dañina, y también encuentran en la Inquisición una de sus mejores pruebas. También sirve de prueba a los estadounidenses que quieren presentar la colonización europea como el origen de todos sus males. Demasiados intereses como para poder hacer una revisión serena del pasado.

 

Puesto que la imagen de una Inquisición diabólica y sádica está hoy tan arraigada, los historiadores que se esfuerzan por sacar a la luz la verdad son irónicamente vistos como gente que se esfuerza en distorsionar la historia para apoyar a una institución diabólica, en otras palabras, son considerados exactamente igual que aquellos pseudo-historiadores que se esfuerzan hoy en limpiar la imagen de Hitler y el III Reich, en negar el Holocausto y presentar el nazismo como una ideología virtuosa. Ante semejante panorama no es nada fácil alzar la voz contra la falsedad, pero la verdad está ahí para quien la quiera encontrar.

 

Afortunadamente los archivos españoles están llenos de datos de primera mano, y poco a poco algunos osados investigadores están acabando definitivamente con todas las mentiras que durante siglos germánicos y anglosajones supieron extender hasta el punto de que hoy en día incluso los españoles y los hispanoamericanos las toman como verdades indiscutibles.

 

Afortunadamente, la historiografía moderna está ahora mismo en un proceso de replanteamiento que ya podemos ver en este documental de 1994 creado por la BBC, producido pues por el país que más empeño puso en el pasado por crear la leyenda negra contra España y su catolicismo y por tanto difícilmente acusable de pretender favorecer a la Inquisición española. Si no nos cree a nosotros, es mucho más probable que crean a la BBC, este documental realmente les impactará: https://www.youtube.com/watch?v=zyt56bouKww

Información extra:

 

HERMANO CRISTIANO CATÓLICO, ¡MUCHO CUIDADO CON LA PROPAGANDA ANTI-CATÓLICA! ¡MUCHO CUIDADO CON LAS LEYENDAS NEGRAS INVENTADAS POR LOS PROTESTANTES! COMO ES EL CASO DE “LA TEMIBLE Y SANGUINARIA INQUISICIÓN CATÓLICA”, LA VERDAD SIEMPRE PREVALECERA, INFORMATE, INVESTIGA NO PERMITAS QUE TE ENGAÑEN CON MENTIRAS E INVENTOS. Abre los ojos no te dejes engañar por la propaganda anticatólica y antiespañola, investiguen e infórmense, hay muchas fuentes para hacerlo. Los anglosajones sin duda han ganado la batalla de la propaganda, que es muy importante. Ya es hora de que plantemos cara ante tanta difamación y patraña.

Fuentes: Corazones.org / EWTN / ACI Prensa / Catholic.net / Apologeticacatolica.org / Fermín Mayorga experto en la Santa Inquisición / Apologeticasiloe.net

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