top of page

LOS SACRAMENTOS

"Unción de los enfermos"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Sacramento de la Unción de Enfermos confiere al cristiano una gracia especial para enfrentar las dificultades propias de una enfermedad grave o vejez. Se le conoce también como el "sacra viático", porque es el recurso, el "refrigerio" que lleva el cristiano para poder sobrellevar con fortaleza y en estado de gracia un momento de tránsito, especialmente el tránsito a la Casa del Padre a través de la muerte. Lo esencial del sacramento consiste en ungir la frente y las manos del enfermo acompañada de una oración litúrgica realizada por el sacerdote o el obispo, únicos ministros que pueden administrar este sacramento.

 

La Unción de enfermos se conocía antes como "Extrema Unción", pues sólo se administraba "in articulo mortis" (a punto de morir). Actualmente el sacramento se puede administrar más de una vez, siempre que sea en caso de enfermedad grave.

 

¿Qué es la Unción de Enfermos?

 

Es el sacramento que da la Iglesia para atraer la salud del alma, espíritu y cuerpo al cristiano en estado de enfermedad grave o vejez. La Unción de los Enfermos es una preparación para el paso de esta vida a la gloria eterna y son muchos los efectos y gracias que confiere al enfermo para prepararse para la entrada a la vida eterna. El enfermo que confía en sus propias fuerzas, podría desesperarse, pero Cristo viene a él para reconfortarlo en estos momentos.

 

¿Cuántas veces puede recibir el sacramento un cristiano?

 

Las veces que sea necesaria, siempre que sea en estado grave. Puede recibirlo incluso cuando el estado grave se produce como recaída de un estado anterior por el que ya había recibido el sacramento.

 

Materia, forma, ministro y sujeto

 

Las características propias de la administración sacramental son las siguientes:



Materia:

 

La materia remota es el aceite de oliva bendecido por el obispo en la Misa Crismal del Jueves Santo (cfr. CIC, c. 1000).

 

En caso necesario, es materia apta cualquier otro aceite vegetal, sobre todo porque en algunas regiones falta o es difícil de conseguir el aceite de oliva.

 

Aunque el obispo es quien habitualmente bendice el óleo que se emplea en la unción, pueden también hacerlo los que jurídicamente se equiparan a él, o en caso de necesidad cualquier presbítero, pero dentro de la celebración del Sacramento (cfr. CIC, c. 999 & 1).

 

La materia próxima es la unción con el óleo santo.

 

Están previstas por las normas litúrgicas unciones en la frente y en las manos, y por tanto, estas unciones son las exigidas para la licitud.

 

En caso de necesidad, para la validez basta una sola unción en la frente o en otra parte del cuerpo.

 

El Catecismo de la Santa Madre Iglesia Católica señala razones de conveniencia sobre el uso del aceite en este sacramento:

 

"Así como el aceite sirve mucho para aplacar los dolores del cuerpo, así también la virtud de este sacramento disminuye la tristeza y el dolor del alma. El aceite además restituye la salud, causa dulce sensación y sirve como de alimento a la luz; y, por otra parte, es muy a propósito para reparar las fuerzas del cuerpo fatigado. Todo lo cual da a entender los efectos que se producen en el enfermo por virtud divina cuando se administra este sacramento" (p. 2, cap. 6, n. 5).

 

Forma:

 

Son las palabras del sacerdote:

 

"Por esta santa Unción, y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo, para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad".

 

Estas palabras determinan el sentido de lo que se hace para que, junto con la unción, se expresa el significado del rito, se realice el signo sacramental y se produzca la gracia.

 

Ministro: Sacerdotes u Obispos

 

Sujeto: El fiel, que afronta el peligro de la muerte por enfermedad grave o por vejez. La única condición propia del Sacramento es que el sujeto haya solicitado su administración, explícita o implícitamente en caso de pérdida de conciencia o de sus facultades. Siendo así, puede administrarse. No debe administrarse a personas ajenas a la Iglesia católica o aquellas de vida en estado de pecado habitual.

 

En caso de duda podrá administrarse “bajo condición” de las intenciones del sujeto antes de caer en inconsciencia o antes de perder sus facultades. Ahora, corresponde a los sacerdotes y laicos comprender y enseñar a los fieles de las ventajas de recibir este Sacramento en condiciones de enfermedad grave, que le permita a los fieles “dar frutos abundantes" a través de la convalecencia, el dolor y el sufrimiento a causa de enfermedad.

 

Es importante reiterar que este Sacramento puede administrarse aún cuando el peligro de muerte no sea inminente y solo una posibilidad remota, como lo podría ser el someterse a una operación quirúrgica.

 

¿Qué efectos tiene la Unción de enfermos?

 

La unción une al enfermo a la Pasión de Cristo para su bien y el de toda la Iglesia; obtiene consuelo, paz y ánimo; obtiene el perdón de los pecados (si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la reconciliación), restablece la salud corporal (si conviene a la salud espiritual) y prepara para el paso a la vida eterna.

 

¿Cuándo empezó la Unción de los Enfermos?

 

- Cristo durante su vida siempre mostró un gran amor por aquellos que padecían algún mal, que tenían alguna enfermedad o dolor. Recuerda que el Evangelio nos cuenta cómo Jesús curó a paralíticos, ciegos y otros enfermos.

 

- Esta preocupación del Señor por los enfermos, se la comunica a sus discípulos. Jesús, en dos momentos del Evangelio, les dice lo que debían hacer con los enfermos:
“... y ungiendo con óleo a muchos enfermos, los curaban.” ( S. Marcos ,6,13 )
“... pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos se encontrarán bien.” (S. Marcos, 16,18)

 

- El apóstol Santiago nos cuenta en la Biblia, la costumbre que ya existía entre los primeros cristianos con estas palabras:

 

“¿Alguno entre ustedes enferma? Haga llamar a los presbíteros de la Iglesia, y oren sobre él, ungiéndole con óleo en el nombre del Señor, y la oración de la fe salvara al enfermo, y el Señor le hará levantarse, y los pecados que hubiere cometido le serán perdonados.”
(Santiago, 5 14-15 )

 

¿Qué piensa Jesús sobre el dolor?

 

- Jesús nunca se quejó, nunca se rebeló ante el sufrimiento, ante el dolor del alma o del cuerpo.

 

- Jesús vino a enseñarnos a dar UN SENTIDO NUEVO AL DOLOR, a tomarlo de otra manera. Nada mas piensa de qué forma aceptó El su sufrimiento en la cruz.

 

- Desde entonces el cristiano sabe que la enfermedad no es una maldición, sino que puede ser un MEDIO PARA SANTIFICARSE, un medio para acercarse más a Dios. Una persona puede ofrecer su enfermedad por su salvación o por la de otros hombres

 

- La enfermedad puede ser también algo que nos ayuda a preparar mejor nuestra alma para dar cuenta a Dios de nuestra vida. Jesús quiso dejarnos el SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS para vivir mejor estos momentos.

 

¿Qué gana la persona que recibe la Unción de los Enfermos?

 

1) El enfermo se une a la pasión de Nuestro Señor Jesucristo.


2) La unción da fuerza, consuelo y ánimo al enfermo para soportar cristianamente el sufrimiento y el dolor.


3) Cuando un hombre no tiene pecado se dice que esta “en gracia”. Pues la unción de los enfermos, si el enfermo esta en gracia, aumenta esa gracia.


4) Cuando un hombre tiene pecados veniales, o sea, pequeños, la unción de los enfermos quita las pequeñas manchas que el alma pudiera tener por ellos.


5) Si el enfermo ya no esta consciente (o sea, que no está despierto y que ya no se da cuenta de las cosas), este sacramento le perdona los pecados, aún cuando no haya podido confesarse, siempre que el enfermo estuviera arrepentido antes de perder el sentido.


6) Si Dios así lo quiere, la unción de los enfermos puede producir la curación de la enfermedad. Si es la voluntad de Dios que esa persona muera, este sacramento le da fuerza para prepararse para la muerte.

 

Citas Bíblicas referentes al Sacramento de la Unción de los Enfermos

 

San Marcos 6, 5
“Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos.”

 

San Marcos 6, 12-13
“Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.”

 

San Lucas 13, 12-13
“Al verla Jesús, la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios.”

 

Hechos de los Apóstoles 9, 17-18
“Fue Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: «Saúl, hermano, me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.» Al instante cayeron de sus ojos unas como escamas, y recobró la vista; se levantó y fue bautizado.”

 

1 Corintios 12, 9
“a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carismas de curaciones, en el único Espíritu;”

 

1 Corintios 12, 30
“¿Todos con carisma de curaciones? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos?”

 

Sgo. 5, 14-15
“¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados.”

 

Resumen El Sacramento de la Unción de los Enfermos en el Catecismo de la Iglesia Católica:

 

1526 "¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometidos pecados, le serán perdonados" (St 5,14-15).

 

1527 El sacramento de la Unción de los enfermos tiene por fin conferir una gracia especial al cristiano que experimenta las dificultades inherentes al estado de enfermedad grave o de vejez.

 

1528 El tiempo oportuno para recibir la Santa Unción llega ciertamente cuando el fiel comienza a encontrarse en peligro de muerte por causa de enfermedad o de vejez.

 

1529 Cada vez que un cristiano cae gravemente enfermo puede recibir la Santa Unción, y también cuando, después de haberla recibido, la enfermedad se agrava.

 

1530 Sólo los sacerdotes (presbíteros y obispos) pueden administrar el sacramento de la Unción de los enfermos; para conferirlo emplean óleo bendecido por el Obispo, o, en caso necesario, por el mismo presbítero que celebra.

 

1531 Lo esencial de la celebración de este sacramento consiste en la unción en la frente y las manos del enfermo (en el rito romano) o en otras partes del cuerpo (en Oriente), unción acompañada de la oración litúrgica del sacerdote celebrante que pide la gracia especial de este sacramento.

 

1532 La gracia especial del sacramento de la Unción de los enfermos tiene como efectos: — la unión del enfermo a la Pasión de Cristo, para su bien y el de toda la Iglesia;


— el consuelo, la paz y el ánimo para soportar cristianamente los sufrimientos de la enfermedad o de la vejez;
— el perdón de los pecados si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la penitencia;
— el restablecimiento de la salud corporal, si conviene a la salud espiritual;
— la preparación para el paso a la vida eterna.

 

Fuente: Corazones.org / Catholic.net / ACI Prensa / EWTN / Apologética Católica

Uncion de los enfermos 1.jpg
Uncion de los enfermos 2.jpg
Uncion de los enfermos 3.jpg
Uncion de los enfermos 4.jpg
Uncion de los enfermos 5.jpg
Eucaristia 5.jpg
bottom of page