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HABLEMOS DEL DIABLO

Capítulo 11 - "Música satánica"

ALGUNAS IMAGENES PUEDEN SER PERTURBADORAS PARA ALGUNAS PERSONAS SE RECOMIENDA DISCRECIÓN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En 1992, en Roma, y en el 2005, en Lyon (Francia), se reunieron los principales exorcistas católicos para un congreso. Una de las constataciones que volvieron a confirmar fue que por medio del "Rock Satánico" muchos jóvenes encuentran la puerta de entrada hacia el "satanismo". Se llama "Rock satánico" aquella música en la que abiertamente se invoca a Satanás y se difunden mensajes satánicos. Los mencionados exorcistas afirmaron: "El incremento de sectas satánicas en Francia, es un fenómeno social asociado a la cultura juvenil, que bebe de nuevas fuentes como Internet y los juegos de rol, pero que mantiene al rock como emisor principal de los mensajes satánicos".

El Rock satánico se vale de ritmos que descoyuntan el cuerpo y ciegan la razón. Se emplean gestos obscenos, y ruido a grandes decibelios, que producen un estruendo desgarrador. La revista "Lumiere et paix" apunta: "Estos ultrasonidos no percibidos provocan en el cerebro la producción de endorfina (una especie de droga natural). El sujeto se siente extraño, empujado a buscar la droga, o a forzar la dosis, si ya es tóxico-dependiente".

Pero lo más dañino de todo esto son los "mensajes subliminales", que se envían por medio del rock satánico. El diccionario apunta: "Subliminal: se dice del carácter de aquellas percepciones sensoriales, u otras actividades psíquicas, de las que el sujeto no llega a tener conciencia.

Mensajes que inculcan

Especialistas, que se han dedicado a descifrar algunos de estos mensajes subliminales, muestran algunos: "Satán es dios". "El poder de Satán". "Señor, Satán, yo te deseo". "Satán está en mí". "Satanás, manifiéstate por nuestras voces". "Yo mato niños". "Yo hago llorar a las mamás". "Aplasto bajo mi auto". "Denles bombones envenenados". Bastan estos ejemplos para apreciar el mal que se puede producir en la mente y corazón de los jóvenes. De los hijos.

En las canciones satánicas predominan, sobre todo, tres temas: "La muerte" por medio de la violencia. "La confusión", ya que según ellos, nada tiene sentido. El "desenfreno" por medio del libertinaje sexual; el licor y las drogas. En una canción se dice: "Cualquier cosa que desees, hazla". Otra canción tiene el siguiente título: "Oren por su lugar en el infierno". Por medio de la música estruendosa los jóvenes, atontados e hipnotizados, no se dan cuenta de la semilla del diablo que les van sembrando en sus mentes y corazones.

Conjuntos satánicos

Según los expertos, fueron los "Beatles" los que en 1965 comenzaron a enviar mensajes subliminales satánicos (no en sus inicios).

Los "Rolling Stones", con Mick Jagger, eran abiertamente satánicos. Una de sus canciones se titula "Simpatía por el diablo". El grupo "Who" glorificaba el mal por el mal. El grupo "Black Sabbat", con su líder, Ozzy Osburne, tenía un show en el Ozzy Osburne le daba una detallada a un murciélago y lo lanzaba al público, lo mismo hizo con unas palomas. Los jóvenes enloquecían con ese espectáculo del cantante.

"Alice Cooper" hacía algo parecido: lanzaba una serpiente (signo del diablo) a la masa embrutecida, que lo escuchaba. Este cantante en sus canciones proponía todas las formas de perversión sexual. "Kiss" es el terrible nombre de otro grupo musical. Kiss son las siglas que significan: "Kins in Satan service" "Reyes al servicio de Satanás".

Los jóvenes idolatran a sus cantantes; tan hipnotizados y atolondrados están por la música estridente, que ni cuenta se dan que sus amados ídolos son los mismos que los están envenenando y desquiciando. Muchos de estos ídolos murieron destrozados por la droga, algunos se suicidaron; sus vidas no son un ejemplo de paz, de bondad, de equilibrio. En el escenario se les admira como millonarios triunfadores; pero en su vida privada son una piltrafa humana.

Los informes médicos, con respecto a esta música diabólica, han detectado males terribles para los seguidores de estos millonarios y maléficos cantantes. Afirman los médicos que una música superior a 90 decibelios destruye el oído, y estos conjuntos suben su estruendosa música a 120 decibelios.

Con estos alarmantes diagnósticos, habría que preguntarse si los cantantes del rock satánico no son unos auténticos delincuentes, que están envenenando y destruyendo a nuestros jóvenes, al inducirlos a la perversión sexual, al licor y a las drogas.

Cinco pasos hacia el satanismo

El escritor italiano Carlo Climati, especialista en el tema del satanismo y ocultismo, en su libro "Los jóvenes y el esoterismo", se refiere a cinco pasos que dan los jóvenes antes de involucrarse en el satanismo.

En primer lugar, el joven se apasiona por la música de algún cantante satánico. Luego, por medio de las letras de las canciones, se va introduciendo en la filosofía satánica. Para conocer más acerca de su ídolo musical, busca revistas que, además de proporcionarle información sobre la música y discos del cantante, lo dirigen hacia la "magia y el ocultismo". Estos temas le comienzan a fascinar al joven, que ignora que el espiritismo y la magia son puertas seguras por las cuales se introducen el espíritu del mal. La Biblia es muy específica al condenar el espiritismo y la magia. En el libro del Deuteronomio se afirma que a Dios "le repugnan los que hacen estas cosas" (Dt 18,12).

El joven, en su curiosidad por conocer más acerca de estos temas, que le comienzan a fascinar, acude al Internet, en donde ya no sólo se le sirve abundante información, sino se le conecta con sectas satánicas. Viene, entonces, el quinto paso: el joven, ya ilusionado con estos caminos para conseguir con facilidad dinero y placer, quiere tener un "contacto directo" con alguna secta de ocultismo o satánica. Cuando el joven se da cuenta, ya está enredado en alguna secta satánica de la que le es muy difícil salir. Hay amenazas terribles para los desertores. Le han mostrado con abundancia de detalles cómo han sido masacrados los traidores a la secta.

El ocultismo, por lo general, es el paso previo antes de ingresar en el satanismo. En cierta oportunidad, un grupo de jóvenes me trajeron a una muchacha que gritaba y a la que apenas lograban detener. Quería agredir a los demás. Hablaba con voz de hombre. Se arrastraba por el suelo con los movimientos de una culebra. Después de larga oración, al fin, se tranquilizó y recobró la normalidad. Le pregunté a la joven si había estado haciendo algo inconveniente antes de que le sucediera todo lo que habíamos presenciado. me contestó que con otros jóvenes había estado jugando a la "Güija". La "Güija" es una forma de espiritismo. Algunos de los que han jugado a la "Güija" resultan escuchando voces extrañas, que los invitan a hacer algo prohibido. Otros, se llenan de miedo, de ansiedad. Ya no logran rezar, ni meditar con la Biblia. Nada bueno resulta de esas sesiones de espiritismo camuflado. La experiencia ha demostrado lo pernicioso del que, inocentemente, se llama juego a la "Güija". Es una forma taimada de espiritismo. La Biblia con razón condena el espiritismo (Dt 18,12). Para muchos, el "ocultismo" ha sido el paso previo antes de relacionarse con el satanismo.

El relativismo moral

El escritor Carlo Climati, resalta que en la música satánica prevalece la idea de "Haz lo que quieras", que lleva al "relativismo moral". A vivir una vida sin "reglas". La gran tentación del hombre es llegar a ser "su propio dios". No depender de nadie. No obedecerle a nadie. El relativismo moral, desemboca en la incredulidad. No se quiere creer en nada ni en nadie.

Me trajeron a una joven de 14 años. La familia estaba alarmada porque la jovencita había tomado un afilado cuchillo y se había lanzado contra su hermanita. A tiempo pudieron detenerla para que no cometiera un terrible error. Platicando con la joven, que reconocía su error y estaba asustada, le pregunté qué era lo que estaba haciendo antes de que le sucediera el terrible accidente. Me contestó que estaba escuchando un disco de música satánica a una alta velocidad. Esa joven, seguramente, no sabía que a través de esa música satánica le estaban llenando su mente con "mensajes subliminales", por medio de los cuales la desequilibraron y la impulsaron a intentar matar a su hermana.

No por nada esa música se llama "satánica". Es el diablo que se ha servido de la música, que fascina a los jóvenes, para apartarlos de Dios y destruir sus mentes y corazones. Y, algunas veces, también sus cuerpos por las drogas y los suicidios.

El entorno familiar

Si se examina el entorno familiar de los jóvenes, que han sido atrapados por el "satanismo", se comprobaría que, en la mayoría de los casos, se han ido alejando de las cosas de Dios, de la oración, de los Sacramentos, de la Biblia. A esos jóvenes les ha faltado "diálogo familiar". Los papás, muchas veces, están tan centrados en su trabajo, en el terrible cotidiano de la vida, que no se dan cuenta de que sus hijos jóvenes necesitan continuamente ser atendidos, escuchados, orientados. Reprendidos con amor.

La soledad es muy mala consejera. Los jóvenes sufren de terrible soledad en su hogar. Cada uno va por su cuenta. Cada uno se encierra en su chiquito espacio para ver televisión por horas y horas, y para dejarse controlar por el Internet. En nuestras pequeñas casas, hay muchas personas, pero abunda la soledad. En el siglo de los medios de comunicación: celulares, internet, radio, televisión, los habitantes de nuestras casas son unos empedernidos solitarios: no saben comunicarse en la familia.

Los jóvenes necesitan que los adultos les enseñemos a ser críticos ante los cantantes de moda, que emplean música satánica para pervertir corazones y mentes; hay que señalarles que esos cantantes son grandes artistas, pero que son instrumentos del diablo para pervertir a los incautos jóvenes. Sobre todo, los jóvenes necesitan padres piadosos y enérgicos que no se dejen atemorizar porque sus hijos les dicen, que son "anticuados", y que no entienden la música que ellos escuchan.

Una casa donde no reina Dios, donde Jesús no es el Señor del hogar, es una casa sin techo. Con facilidad ingresa el espíritu del mal. Si Jesús no es el Señor, el diablo tiene puerta abierta para comenzar su reinado en esa casa. Una casa donde Jesús y la Virgen María no son simples huéspedes, sino miembros activos de la familia, allí el diablo NO puede hacer nada. La mejor defensa contra el satanismo, que atrae a muchos, es un lugar eminentemente cristiano. Donde hay oración de fe, amor, demostrado con hechos, Sacramentos, meditación de la Santa Biblia, allí la puerta está cerrada para el "león rugiente", que, solamente, seguirá rugiendo, pero no podrá ingresar.

Fuente: "Hablemos del Diablo" Padre Hugo Estrada, SDB-Editorial Salesiana Guatemala 2012-Nihil Obstat-con licencia eclesiástica.

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